El consejo empresario de la provincia dice que se vive una situación crítica por las lluvias; buscan repuntar en la próxima campaña
Una coyuntura complicada y un potencial de desarrollo a futuro son las dos caras que muestra hoy Entre Ríos. Con grandes superficies inundadas por las intensas precipitaciones y la crecida del Paraná y el Uruguay, la ganadería y la cosecha de granos, dos de los principales motores económicos de la provincia, atraviesan dificultades y las pérdidas ya se miden en miles de millones de pesos, aunque la actividad proyecta repuntar en la próxima campaña.
«La provincia hoy vive una situación crítica. Es un nivel de lluvias totalmente extraordinario y no podemos atribuir la situación solamente a un déficit de infraestructura. Pero la crisis está», resume Patricia Popelka, titular del Consejo Empresario de Entre Ríos (CEER), un foro que reúne a hombres de negocios de rubros diversos, con el objetivo de definir e impulsar políticas públicas orientadas al desarrollo productivo en el distrito.
«Este año se esperaba una cosecha récord en la provincia, pero lamentablemente con esta situación climática creemos que puede haber un golpe importante. La parte norte está bajo agua prácticamente en su totalidad. El sector tambero es uno de los fuertes de Entre Ríos, pero hace tiempo están con dificultades; la zona arrocera tiene muy complicado todo lo que no se había llegado a cosechar y los daños en el área citrícola del noreste de la provincia van a ser importantes», agrega la ingeniera, que también encabeza la firma familiar Ladislao Popelka y Cía.
En este sentido, y pese al impacto negativo de las inundaciones, desde el CEER mantienen una mirada optimista sobre la economía provincial en el mediano plazo, apoyado fundamentalmente en la actividad agropecuaria, donde se origina el 90% de las exportaciones entrerrianas. Para el sector, agrega Popelka, las medidas adoptadas por el Gobierno, como la reducción de las retenciones o la liberalización del comercio exterior, fueron beneficiosas. «Son positivas y van en el sentido correcto», asegura.
No obstante, la titular del CEER advierte sobre las falencias en el modelo económico entrerriano. «Creemos que la provincia no tiene un proyecto de desarrollo consensuado y es, por lejos, la más retrasada en desarrollo industrial en la región», plantea, y agrega: «Las materias primas son el mayor peso del producto bruto geográfico (PBG) de la provincia, pero hoy salen sin agregado de valor. La ventaja competitiva que vemos en Entre Ríos es, precisamente, la oportunidad de sumar valor a la producción agropecuaria».
La cadena productiva del maíz, tanto en el procesamiento final de los granos como en su utilización como insumo para la actividad ganadera, la industria forestal y el turismo aparecen, en su visión, como los tres grandes rubros con mayor potencial. «Además, Entre Ríos está en posición de ser un nodo de servicios y logístico con mucho potencial. Por su ubicación geográfica estratégica, la provincia puede ser un nodo central para el corredor bioceánico, uniendo Brasil con el Pacífico», detalla la empresaria. No obstante, la infraestructura aparece hoy como una de las cuentas pendientes en Entre Ríos. «La obra pública está parada. Hay empresas que no cobran desde hace meses y tantas lluvias de corrido hacen que no vendamos nada», advierte Germán Jorge, vicepresidente del CEER y titular de Dimaco, empresa con sede en Paraná dedicada a la comercialización de insumos para la construcción.
En este contexto, identificadas las áreas productivas con mayor potencial, las autoridades del CEER plantean la necesidad de poner en práctica una mayor integración entre el sector público y el privado, aunque enfatizan el rol de las empresas y la importancia de que allí se dé el primer paso para poner en marcha la inversión y movilizar el aparato productivo, algo que la provincia aún no logró dinamizar. «El sector empresario, especialmente en el último período de la gestión kirchnerista, estuvo bastante desvalorizado, y creemos que este Gobierno revirtió la situación y lo puso en un lugar de relevancia mucho mayor. Pero ahora tiene que responder. Un empresario tiene que asumir riesgos y ser innovador», reclama Popelka, quien también advierte sobre la frágil situación de la dinámica laboral en Entre Ríos: «Hay un gran problema del trabajo informal, que se da fundamentalmente en las pequeñas unidades productivas de hasta cinco empleados. Ese es el mayor déficit social de la provincia».
Fuente: La Nación | http://www.lanacion.com.ar/1896332-mirar-mas-alla-de-la-crisis