¿Qué puede vender Argentina a Italia, un mercado tan competitivo y lejano? Es una pregunta que suelen hacerle a Stefano Paoletti, gerente comercial de la Cámara de Comercio Italiana de Rosario. Las principales oportunidades están en los productos alimenticios y la agroindustria, destacó el jueves Paoletti en un taller que dictó para empresas de Entre Ríos. La provincia, subrayó, ya exporta a Italia cítricos, miel, soja, maíz, legumbres y girasol. Podría aumentar sus exportaciones y ampliarse a otros rubros, como los alimentos balanceados o la nuez pecán. El principal condicionante es la calidad: los italianos son consumidores exigentes.
Las legumbres y los cítricos son dos productos donde Entre Ríos tiene potencial, según Paoletti. “El 75% de las legumbres que se consumen en Italia son importadas desde Canadá y Argentina”, apuntó. La Unión Europea, por otra parte, anunció este martes que habilitará a partir de mayo la importación de cítricos desde Argentina tras ocho meses en los que estuvo suspendida. Es una noticia importante para Italia, ya que compra un volumen considerable de cítricos de Argentina por la contraestación, señaló Paoletti.
El gerente comercial de la cámara comentó que le llegan cada vez más consultas de Italia para importar malta de cerveza y materias primas para comética, aunque aclaró que es una demanda incipiente. “Hay que tratar de aprovechar el cambio del peso con el euro que en este momento es una ventaja”, remarcó.
Mayores exigencias
El mejor negocio para los exportadores entrerrianos es la colocación de productos directo en las góndolas de los supermercados de Italia y no la venta a granel, señaló Mariela Gallicchio, representante de la delegación de la Cámara Italiana en Entre Ríos. Gallicchio contó que años atrás participó en una feria en Bologna en la que una empresa entrerriana había llevado hierbas aromáticas para exportación. El consenso entre los posibles compradores, recordó, fue que la calidad era buena, pero debía mejorar la presentación, en especial en el diseño del packaging. Algo similar ocurre con la miel, apuntó.
El comercio internacional aumenta las exigencias y eso es algo positivo, destacó Patricia Popelka, protesorera del Consejo Empresario de Entre Ríos y presidenta de Elevadores Neumáticos S.A. “Hay que estar a la altura del mercado italiano”, propuso Popelka. La empresaria explicó que el taller en conjunto con la Cámara de Comercio Italiana de Rosario fue organizado en el marco del proyecto de promoción del comercio exterior que es impulsado por seis entidades empresarias entrerrianas y el gobierno de la provincia. “Una de las vías principales para que la provincia tenga un desarrollo diferenciado es a potenciar las exportaciones”, resaltó.
Sobre la receptividad de los italianos hacia los productos importados, Paoletti aclaró que son bienvenidos siempre que no sean una imitación de los fabricados en Italia. No es que sea un país proteccionista, explicó, pero defiende la denominación de origen, como en el caso del queso parmesano. “Hay mucha demanda en alimentación, sobre todo la exótica”, destacó y apuntó que, para Italia, Argentina entra en esa categoría porque es un país que no está en Europa. En los supermercados de Milán hay góndolas para productos importados, donde pueden encontrarse alimentos de Japón junto al mate, los alfajores o el dulce de leche.
Asesoramiento
La Cámara de Comercio Italiana de Rosario es una organización que depende del Ministerio de Desarrollo Económico de Italia y forma parte de una red de 81 cámaras italianas en 58 países del mundo. Su zona de influencia incluye a Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Misiones, Santa Fe y el noroeste de Buenos Aires. Tiene como misión principal la promoción del intercambio entre las PyMEs de Argentina e Italia.
Uno de los servicios que brinda la cámara es el asesoramiento para las empresas interesadas en exportar a Italia. El primer paso es un preanálisis de la viabilidad del negocio, en el que se estudian los aranceles de importación, los costos del transporte, las certificaciones exigidas en Italia y el precio de venta. Un servicio complementario, subrayó Paoletti, es el acceso a la red de cámaras italianas en todo el mundo. En algunos casos, destacó, no es negocio vender un producto en Italia, pero a través de la red de las cámaras se concreta una exportación hacia terceros países.
Por otro lado, la cámara ofrece asistencia a las empresas interesadas en importar tecnología y equipamientos desde Italia. Paoletti destacó que Italia tiene un desarrollo avanzado en la fabricación de maquinaria agroindustrial, componentes y soluciones para agricultura de precisión, energías renovables, industria química, farmacéutica, industria del plástico y el papel, y la industria mecánica.
El taller sobre oportunidades de negocio en el mercado italiano fue organizado por la Unión Industrial, Bolsa de Cereales, la Bolsa de Comercio, la Cámara de Exportadores, el Polo Tecnológico del Paraná, el Consejo Empresario y la Dirección de Comercio Exterior de la provincia de Entre Ríos.