El proyecto de presupuesto provincial 2021 presentado por el Gobierno de Entre Ríos prevé un superávit primario de casi 1.000 millones de pesos. Este cálculo no contempla el pago de intereses. El déficit financiero proyectado —que incluye los servicios de deuda— suma casi 7.000 millones de pesos. Un dato llamativo es la proyección de una reducción del gasto previsional en términos reales. Es decir, un aumento por debajo de la inflación esperada. Mientras que se prevé para el año próximo una inflación del 29%, según el presupuesto nacional, el gasto en jubilaciones y pensiones aumentará solo un 17%. En términos reales, significa una reducción del 9,3%, señala el informe del Instituto de Investigaciones Económica y Sociales (IIES) del Consejo Empresario de Entre Ríos.
La base sobre la que se apoya la previsión del gasto previsional es dudosa. En primer lugar, porque las jubilaciones se ajustan en función de los salarios públicos. En segundo lugar, si se mantuviera la tasa de crecimiento vegetativo anual de la población pasiva beneficiaria de 2019 y 2020, que fue del 6,38% anual, la cantidad de jubilados y pensionados crecería. Por lo tanto, el gasto por este concepto debería crecer por encima de lo que crece el gasto en personal, independientemente de lo cual no se ha podido ponderar el impacto sobre los mismos de la ley de emergencia del corriente año. El presupuesto proyecta un aumento en el gasto en personal igual a la inflación. Esto puede ser producto de que no se expanda la planta pública y los salarios se ajusten por inflación o de una expansión de la planta pública y una recuperación salarial por debajo de la inflación
Del análisis del presupuesto se desprende que la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Entre Ríos tendrá un déficit de casi 20.000 millones de pesos. Esto representa el 7,6% del total de los recursos. El proyecto del presupuesto destaca que la situación de la caja se ha agravado año tras año y esto ha llevado a que el déficit “tenga un peso cada vez mayor en la estructura de gastos”. El gasto en seguridad social representará en 2021 un 19% de los gastos totales y 21% de los gastos corrientes, según el presupuesto.
El déficit de la caja también muestra una tendencia creciente en relación con la recaudación de impuestos provinciales. El déficit de la caja representó en 2019 la mitad de lo recaudado por dichos instrumentos y en el 2020 se estima que represente más del 50%. En el 2021 esta relación disminuiría al 43% si se produjera la desaceleración del gasto previsional que proyecta el presupuesto provincial.
Variación anual de los ingresos y los gastos
Como no existen proyecciones oficiales sobre las cuentas públicas provinciales para finales de 2020, el análisis del IIES adopta como criterio comparar la ejecución presupuestaria de 2020 entre enero y septiembre con lo presupuestado para los primeros nueve meses de 2021. Este tipo de análisis permite observar las tendencias subyacentes en el presupuesto provincial 2021.
Con este método se observa que los ingresos públicos totales aumentarán un 36% nominal en comparación con 2020 y el gasto primario crecerá un 41% nominal. La consecuencia es una reducción del resultado primario. Tanto los ingresos como los egresos provinciales aumentarán sensiblemente por encima de la inflación esperada. El pago de intereses se duplicará, lo que provoca el aumento del déficit en el resultado financiero.
El aumento proyectado de los ingresos públicos por encima de la inflación se explica por dos factores. En primer lugar, por el aumento del 46% de los recursos tributarios nacionales, que provienen de la distribución automática y son la principal fuente de financiamiento provincial. En segundo lugar, por el aumento de los recursos tributarios provinciales que crecerán un 34% nominal. Las transferencias nacionales discrecionales caerán un 35% nominal. En 2020 el gobierno provincial recibió más del doble de fondos discrecionales de lo que había recibido el año anterior. Esto fue así por las medidas del ejecutivo nacional en el marco del COVID-19.
El aumento del gasto público por encima de la inflación se explica por un aumento sustancial de la inversión en capital. La inversión real directa, que es básicamente gasto en obra pública, crecerá, según el presupuesto provincial, un 400%. La sostenibilidad de este aumento en la obra pública se apoya en el excedente que se origina en el crecimiento del gasto corriente (33%) por debajo del crecimiento de los ingresos públicos (36%).
Si se lograse aumentar la inversión en obras públicas en la magnitud prevista en el presupuesto, la inversión real directa pasaría a representar el 7% del gasto total. Sería una importante recuperación con respecto a 2019, cuando cayó al 3% del gasto. De todos modos, no alcanzaría el máximo nivel de la década obtenido en el 2011, cuando llegó a representar el 11% del gasto total. La recuperación prevista depende decisivamente de que el aumento en gasto en personal no supere la inflación y que el gasto en seguridad social tenga una importante desaceleración.
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